lunes, 19 de septiembre de 2011

tortura voluntaria


Y esa utopía mortal espera en la azotea del edificio. Y sigue caminando, y en cada escalón apoya un hueso y no un pie.
Y todo lo que se puede pedir, llegado un momento, es aislarse, alejarse, olvidar, dejar de sentir, apartar la oscuridad, concentrarse en que el fantasma desaparezca unos instantes, creer con fuerza que puedes escapar, y correr, huir todo lo rápido que tus pies te lo permitan, no llorar, reservar esas lágrimas para que mojen más que una hoja de papel y un boli, soñar, soñar y soñar con algo mejor.
Sobrevivir, superar, mantenerse, resistir, ser fuerte. Sueños vanos y vacíos, pero al fin y al cabo, tristes anestesias temporales que gritan brazos amigos.
Ayuda, grita.

sábado, 17 de septiembre de 2011

amor

Bailaba sola, con un acompañante invisible, con una pareja en sus sueños, delimitada, sabiendo cómo sería, de rasgos bien definidos. Él la tenía por la cintura, los zapatos de tacón resbalaban por el salón, con un vals de fondo, maravillosamente bailado, al compás, perfecto.
De pronto, la pareja se vuelve corpórea, ya es real, se dice ella, no baila tan bien como en sus sueños pero encaja regular en su patrón, y ante todo, sabe bailar junto a ella. Se deslizan, sonrientes, en una perfección que parece inacabable, compenetrados, conociéndose, poco a poco. Al principio van despacio, más tarde la velocidad se acelera y repiten los mismos pasos, una y otra vez, una y otra vez. Una pirueta de pronto y vuelta a la rutina anterior, cada vez más rápida, cada vez la conocen mejor.
Y entonces él la pisa sin querer, distraído, y ella deja escapar una lágrima que, minutos después, bien seca, baila de nuevo sonriente.
Continúa el vals, y no se detienen, sienten algo mágico, se pegan el uno al otro, se funden al bailar, unas veces más que otras...
Y otra vez trastabillan, las lágrimas explotan, humedecen el desierto de felicidad con agua de desesperación y decepción. Y esta vez tardan en secarse, ya no son iguales, dejan una marca en seco que jamás se disolverá.
Y así llega la tercera caída; indiferencia del hombre, dolor en la mujer, lágrimas de ella, sorpresa de él. Y ahí.
Y ahí todo acaba, la pareja se desvanece, los zapatos de tacón se detienen sin disfrutar, sin disfrutar siquiera de aquella sombra utópica del mejor bailarín, y ella se desploma, sobre el gélido suelo, incapaz de moverse, incapaz de desear seguir bailando.

impotencia.

   Sube despacio, una a una, las escaleras de un edificio alto. Los dedos de los pies comienzan a dolerle pues lo que siente no es la carne sino el hueso rozando amargamente el suelo. Arrastra su cuerpo maldito hacia arriba, la visión nublada, el alma pidiendo ser salvada, el cuerpo pidiendo comida.
   Un resbalón repentino y todo se vuelve del revés. Ahora el hueso de su mano se aferra, aterrorizado, al escalón, y su torso lo acaricia como a un amigo, con un rozamiento óseo, como si de una piedra más se tratara. Al levantarse deja un ácido rastro de cabello, de porciones de vida que, como hálitos, quieren huir de algo tan demacrado, y se esfuman, con cada gramo.
   Ella lo sabe y aunque el miedo la encarcela, no desea más que llegar al fin del edificio, a la utopía que en la azotea la espera, en forma de piernas delgadas, de brazos delgados, cintura bonita. Y sí, repite, lo sabe, sabe que su juego es peligroso, que el precio a pagar es alto, que el camino que le queda por recorrer no puede más que hacerlo ella sola, que no tiene más remedio que alejar al fantasma.
   Y sigue caminando, y en cada escalón apoya un hueso y no un pie. El dolor de forma irónica, la saluda desde los pisos inferiores, sonriendo, animando, a punto de partir. Esperanzada, deseando que acabe el martirio, acelera el paso pero de emoción, vuelve a caer, y esta vez cuesta el doble levantarse. Ni una excepción más, se jura, ni una, y enfoca con la mente la idealizada meta.
   A su alrededor se extiende ahora un laberinto de espejos, de cristales pálidos, objetivos, realistas, pero, obcecada en su propósito, no se detiene a observar lo que la rodea, no se detiene a entender. Y es que más tarde lo sabrá, y cuanto más alto camine, desde más alto caerá.
   Y es que desde el fin, la caída será mortal.

miércoles, 18 de mayo de 2011

La felicidad no es completa sin una cabra tocando el violín.

el beso.
ven, acércate, déjate llevar, baila conmigo, tócame la mano, acaricia mi espalda, cuélate en mi mente, fúndete conmigo.

domingo, 15 de mayo de 2011

LÁGRIMAS DE ACERO QUE RUEDAN IMPERTURBABLES. NADA LAS PARA. NADA LAS EVITA.

And how we laughed and how we smiled
And how this world was yours and mine
and how no dream was out of reach
I stood by you, you stood by me
We took each day and made it shine
We wrote our names across the sky
We ran so fast, we ran so free
I had you and you had m
e


sábado, 14 de mayo de 2011


"Ideas sin palabras, palabras sin sentido;
Cadencias que no tienen ni ritmo ni compás;
Memorias y deseos de cosas que no existen;

Accesos de alegría, impulsos de llorar."

lunes, 9 de mayo de 2011

Accesos de alegría, Impulsos de llorar

 "Se voir le plus possible et s'aimer seulement
Sans ruse et sans détours, sans honte ni mensonge,
Sans qu'un désir nous trompe ou qu'un remord nous ronge,
Vivre à deux et donner son coeur à tout moment."